“Ella estaba destruida. Estaba muy flaca, muy triste, no paraba de llorar. Yo le creí lo que me contaba”. De esta manera, la abogada y militante feminista María Tránsito “Marieta” Urueña Russo relató parte de la charla que tuvo con la joven que denunció por abusos a José Alperovich poco antes de que se hiciera pública la denuncia.
Urueña Russo fue una de las seis testigos que declararon ayer en el marco de la audiencia número 13 del juicio que se sigue contra el ex gobernador. Ella integró como suplente la lista para senadores que llevó a Alperovich al congreso en 2015. También fue secretaria general del Sindicato de Trabajadores Judiciales de la República Argentina (Sitraju RA), y trabaja en la Justicia Federal.
La testigo recordó que durante la campaña en el entorno del ex gobernador se hacían chistes “misóginos y de mal gusto” y que el entonces senador solía “retar bastante fuerte a las personas de su mayor confianza”. “Después de la elección (en la cual Alperovich perdió contra Juan Manzur por la gobernación de Tucumán e incluso quedó cuarto entre todas las fórmulas) ella (por la denunciante) me llamó para juntarse conmigo y allí me dijo lo que le había pasado. Me contó que había sido abusada por Alperovich”, recordó la abogada, que prestó testimonio vía zoom. Y explicó que la joven le pidió consejo para tratar de encontrar a un abogado que la representara. “Ella tenía dudas acerca del destino de la causa si es que se investigaba en Tucumán ya que muchos de los jueces habían sido puestos por Alperovich, y quería saber si podría hacer la denuncia en Capital Federal ya que Alperovich era senador y ella estaba adscripta al Senado. Por eso le dije que buscara asistencia letrada”, remarcó. “Ella necesitaba contar lo que estaba viviendo”, recordó en relación a aquella charla. La dirigente gremial, a preguntas del juez Juan María Ramos Padilla, afirmó además que en Tucumán “Alperovich era una persona muy poderosa”, y afirmó que durante el tiempo que trabajaron juntos “nunca vi que alguien le dijera que no”.
Luego fue el turno de tres peritos, uno de ellos de parte de la defensa, y de un escribano, que tuvieron distinto tipo de participación en análisis que se hicieron del teléfono de la denunciante, del cual no pudieron extraerse mensajes que hubieran podido ser utilizados en el juicio. Es que según se determinó con el equipo telefónico hubo algún tipo de incidente por lo cual no fue posible recuperar esos mensajes, algo que tanto la denunciante como la Justicia pretendían.
Colaborador de Alperovich
El último en declarar, también vía zoom, fue otro colaborador de Alperovich, Juan Luis Laino, quien abandonó el espacio antes de las elecciones de 2019. El es funcionario del Ministerio de Desarrollo Social, que también compartió espacio político con la denunciante, relató que en ese marco “había maltratos, gritos y denigración” de parte de Alperovich para su grupo de trabajo, aunque él nunca vio nada relacionado con insinuaciones del tipo sexual. Con respecto a la denunciante, dijo que “José le gritaba y la exponía a situaciones de maltrato”. A pesar de que él y la denunciante intercambiaron mensajes en los que ella le decía que se había ido ya que había estado viviendo situaciones muy terribles, Laino afirmó que nunca supo que había habido presuntas agresiones sexuales. “Hoy me siento mal por todo lo que pasó,. Yo nunca imaginé algo así. Creí que ella estaba mal por el trato denigrante que a veces recibía de parte de él, pero nunca por otras cuestiones. Es terrible que no nos hayamos dado cuenta”, finalizó. Al igual que otros testigos anteriores, la situación de Laino y la forma en la que se manejaba el empleo público en la provincia quedaron comprobados con su testimonio. Es que aseguró que luego de renunciar al espacio político de Alperovich “fui a hablar con Jaldo y él me hizo entrar en la Legislatura, en planta permanente, como categoría 3”, puesto que actualmente conserva haciendo “trabajo de territorio” ya que no está adscripto a los despachos de ninguno de los 49 legisladores.
El juicio se reanudará el lunes con la presencia de los últimos cuatro testigos.